Cataluña tiene muchos tesoros por descubrir y, uno de ellos, es la gastronomía tradicional basada en la dieta mediterránea. Pero, ¿en qué consta y qué tiene que incluir esta dieta para que sea equilibrada?
Un estilo de vida
La primera respuesta es clara: la dieta mediterránea es un estilo de vida que reúne productos de proximidad, recetas tradicionales, costumbres y actividades básicas para la salud como la práctica del deporte. Un estilo de vida que apuesta por productos básicos como el aceite de oliva, que es el más utilizado en la cocina mediterránea. Es un alimento rico en vitamina E, así como betacarotenos y ácidos grasos monoinsaturados que le proporcionan propiedades cardioprotectoras.
Por todo esto, el aceite de oliva es uno de los grandes tesoros de la dieta mediterránea y hace siglos que se utiliza tanto en los platos más tradicionales como en los más innovadores.
Alimentos integrales
Productos básicos de la dieta mediterránea como el arroz, la pasta, el pan o el cuscús, sería recomendable que fueran integrales. Y es que nutrientes como el magnesio, el fósforo o la fibra se pueden perder durante el procesado.
Verduras y frutas, protagonistas
Las verduras frescas y de temporada son un elemento básico dentro de la dieta mediterránea, estando recomendada una media de tres raciones al día. Cómo pasa también con las frutas, la variedad de colores y texturas aporta diversidad de antioxidantes y de sustancias protectoras para nuestro organismo.
Otro complemento imprescindible son los frutos secos, que aportan minerales y también fibra, siendo un gran sustituto de azúcares para almuerzos o meriendas, por ejemplo.
Más pescado, menos carne
Dentro de la dieta mediterránea entran en juego tanto la carne como el pescado. No obstante, se recomienda moderar la ingesta de carne mientras que se potencian alimentos ricos en grasas saludables como el pescado azul. De hecho, estos pescados tienen propiedades muy parecidas a las grasas de origen vegetal a las que se los atribuyen propiedades protectoras ante dolencias cardiovasculares.
En paralelo, los huevos también son un buen alimento a incorporar en nuestra dieta, por sus proteínas de buena calidad, además de incluir grasas y vitaminas minerales. Por todo esto, tres o cuatro huevos a la semana son una gran alternativa a la carne y el pescado.
Cocina mediterránea junto al mar
Ahora que ya conocéis los beneficios de la dieta mediterránea para nuestra salud, solo os falta descubrir la carta del restaurante Can Miquel. Y es que encontraréis platos tan saludables como unas sardinas a la brasa para empezar, así como unas verduritas al carbón con salsa romesco o pescados y carnes de proximidad elaborados a la manera tradicional pero con toques contemporáneos.