El Empordà es un compendio de naturaleza, playas paradisíacas, buena gastronomía mediterránea y también buenos vinos. Sobre estos últimos, desde el Restaurante Can Miquel hoy os descubrimos por qué es una tierra de tradición vinícola.
Una larga historia
La cultura del vino y el comercio del producto de la viña llega a Cataluña aproximadamente en el s. VI aC gracias a la más importante colonia griega del país, Empúries. Una ciudad que, pasados los siglos, dará nombre a toda la comarca del Empordà.
Cuatro siglos más tarde, ya se tiene constancia documental que los vinos de los territorios de Emporiae y otros lugares de la Tarraconense son conocidos en los mercados interiores, así como en otras provincias del Imperio Romano y a la propia metrópoli.
También en la edad media continúa esta tradición vinícola. Por ejemplo, a los pies de la montaña de Rodes se fueron escalonando plantaciones de cepas tuteladas por el monasterio de Sant Pere de Rodes. Hay que destacar al monje bodeguero Ramon Pere de Noves, a quién se atribuye un tratado sobre esta materia. Sant Quirze de Colera o Santa Maria de Vilabertran constan también como propietarios de viñas en el Empordà.
Negros, blancos, rosados y garnatxa
Como explican desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Empordà, la gama de vinos ampurdaneses es muy amplia. ¿Qué incluye?
Vinos tintos: De calidad elevada, con cuerpo, muy constituidos y armónicos, que en algunas ocasiones tienen un matiz de una crianza cuidadosa. Precisamente, estos vinos de reserva y crianza presentan notas aromáticas muy características. Por ejemplo, son complejas, con toques de especias, manteniendo siempre aromas de la fruta y la planta.
Vinos blancos: Se elaboran tradicionalmente con variedades autóctonas y destacan para ser frescos y sabrosos.
Rosados: Caracterizados por su color cereza definido, los rosados de la DO Empordà destacan por su gran personalidad y aromas delicados, siendo frescos e ideales para cualquier comida al costa del mar Mediterráneo.
La Garnatxa del Empordà: Es un vino dulce natural elaborado con la variedad de uva que le da nombre. Generoso, con sabor de la misma uva madura, cálido y sedoso, virtudes que le conceden los rasgos de un vino de postres excepcional, junto con el otro vino dulce propio de la zona, el Moscatel del Empordà.
Los vinos ecológicos, las mistelas, los vinos de uva sobremadurada y los vinos espumosos completan la oferta vitivinícola del Empordà.
Restaurante Can Miquel
En el Restaurante Can Miquel tenemos especial cuidado a la hora de seleccionar los vinos y cavas de nuestra carta. Y es que son el mejor complemento de nuestra cocina elaborada con productos de proximidad siempre con nuestro toque especial. La podréis descubrir a partir del 1 de marzo, cuando abrimos de nuevo nuestras puertas. ¿Nos vendréis a ver?